La ciudad de Nueva York en Estados Unidos luce con una densa capa de humo naranja por los incendios forestales de Canadá; la contaminación del aire es la más alta registrada desde los años sesenta, según las autoridades.
Debido a esta contingencia, la alerta por la calidad del aire se ha extendido en varios estados del noreste de Estados Unidos, los residentes de más de cinco estados están resultando afectados, por lo que la advertencia señala que las condiciones son peligrosas y pide a la población limitar las actividades al aire libre.
El comisionado de Sanidad de Nueva York, Ashwin Vasa, advirtió de que las partículas finas suspendidas “pueden penetrar en los pulmones de las personas, provocar inflamaciones y empeorar afecciones como el asma, las enfermedades pulmonares crónicas o las cardiopatías subyacentes”.
Asimismo, pronosticó que la situación se puede prolongar varios días, pidió a los neoyorquinos que eviten salir a la calle “excepto si es absolutamente necesario” y recomendó el uso de mascarillas como la N95 para quienes tengan que realizar actividades en el exterior.
Te recomendamos leer: Después de 11 años, Espinoza Paz regresa a Cancún
En Canadá, las autoridades informaron que el humo es generado por los cuatrocientos incendios forestales que están activos en su territorio.
Por tal motivo, las autoridades sanitarias canadienses también han recomendado abstenerse de pasar tiempo al aire libre y pronostican que las malas condiciones se mantendrán al menos hasta el fin de semana, cuando se prevé la llegada de un frente de bajas presiones que renovará el aire.
Es importante destacar también que la aspiración del humo por incendios forestales, humo puede causar tos, picazón en la garganta, irritación de los senos nasales, dificultad para respirar, dolores de pecho, dolores de cabeza, irritación de los ojos, y secreción nasal. Si padece de una enfermedad cardíaca o pulmonar, el humo puede agravar sus síntomas.