La Secretaría de Marina (Semar) anunció la construcción de 12 buques durante la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Estos incluirán patrullas para vigilancia y combate a organizaciones criminales, así como navíos logísticos y dragas autoimpulsadas. Seis de estas embarcaciones serán fabricadas en el Astillero de Marina Número 1 «Almirante José Luis Cubría Palma», ubicado en Salina Cruz, Oaxaca.
El contralmirante Juan Jesús Gallardo, director del astillero, destacó que cuatro de los nuevos buques serán patrullas costeras destinadas a la vigilancia, interdicción, disuasión, búsqueda, rescate y combate a actividades ilícitas, además de garantizar el estado de derecho y salvaguardar vidas en aguas mexicanas.
Desde su fundación en 1942, este astillero ha construido 65 embarcaciones, incluyendo patrullas, dragas, remolcadores y buques logísticos como el «Libertador». Según Gallardo, cada Patrulla Oceánica tiene un costo aproximado de mil millones de pesos y utiliza 2,200 toneladas de acero en su construcción.
En lo que va de 2024, se han reparado 30 embarcaciones: ocho de porte mayor, ocho interceptoras, seis defender, un buque flotante, tres buques privados y dos dragas estacionarias.
Inclusión de la mujer y mano de obra local
Con un equipo de 721 trabajadores, el astillero emplea a 70 mujeres, muchas de ellas indígenas que conservan su lengua materna y participan en tareas como carpintería, electricidad, soldadura, y mecanizado. Además, genera 2,000 empleos directos y 400 indirectos, en su mayoría para habitantes del Istmo de Tehuantepec.
El contralmirante Gallardo resaltó el empoderamiento femenino: «Hoy las mujeres participan en procesos antes considerados exclusivos de hombres, demostrando habilidades excepcionales en todas las áreas de construcción naval.»
Ejemplo de ello es Anastacia Santiago Matus, quien se unió hace tres meses como electricista, aprendiendo cableado y conexiones en motores. Por su parte, Anahí Jurado Mendoza, soldadora con más de dos años de experiencia, destacó: «Es un trabajo que requiere precisión y delicadeza. La inclusión de mujeres en la construcción naval demuestra que podemos igualar y complementar la labor masculina.»
Amairani Flores, operadora de fresadora, señaló que su labor requiere conocimientos avanzados de física y matemáticas: «Nuestra presencia en la Marina es prueba de que las mujeres podemos destacar más allá de tareas administrativas.»
Orgullo nacional
El astillero, según Gallardo, es un símbolo de la capacidad mexicana: «Construimos barcos con mano de obra nacional, principalmente de la región del Istmo. Esto refuerza el orgullo local y fortalece la capacidad operativa de la Marina.»
Con cinco astilleros en diferentes estados de México, la Semar consolida su infraestructura naval como pieza clave para mantener el estado de derecho en mares nacionales. El proceso de construcción, desde el diseño hasta la botadura, es una tarea monumental que, según el teniente Salvador Tenor Ramírez, llena de júbilo a todos los involucrados: «Cada buque terminado es un triunfo colectivo, el resultado de años de trabajo y dedicación.