COMUNICACIÓN DEL CARIBE 
El majestuoso río Grijalva volvió a convertirse en escenario de fiesta con la primera etapa de la Gran Carrera Motonáutica “50 Leguas del Grijalva”, que este fin de semana reunió a pilotos, familias y turistas en el Puerto de Frontera.
Más que una competencia, la carrera es una celebración de identidad tabasqueña. Desde su arranque en Villahermosa, las embarcaciones recorrieron más de 200 kilómetros, desafiando la corriente del río y regalando postales únicas a lo largo de su trayecto. En las orillas, pobladores y visitantes se congregaron para animar a los competidores, transformando el evento en un encuentro comunitario.
La llegada a Frontera fue todo un espectáculo: el malecón se llenó de aplausos, música y ambiente festivo. Familias enteras aprovecharon para disfrutar de la gastronomía local, mientras los pilotos expresaban su emoción por el recibimiento y la belleza natural que distingue a Tabasco.
La competencia no solo pone a prueba la destreza y resistencia de los corredores, también impulsa el turismo y la proyección cultural de la región. Hoteles, restaurantes y comercios locales se ven beneficiados, mientras la carrera se consolida como un atractivo que combina deporte, tradición e historia.
Con cada edición, las “50 Leguas del Grijalva” se reafirman como un evento emblemático del estado. No se trata únicamente de velocidad sobre el agua, sino de un homenaje a la riqueza natural y cultural del sureste mexicano.
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En su primera etapa, la carrera demostró que Tabasco no solo es tierra de ríos, sino también de pasiones que unen a su gente en torno al orgullo de sus tradiciones.
Entre los participantes se encuentran experimentados corredores de la región y nuevas promesas del deporte, quienes enfrentaron tanto las corrientes del río como las exigencias de la competencia. Aunque la jornada transcurrió sin incidentes mayores, el esfuerzo físico y la concentración fueron claves para superar el trayecto.
La carrera continuará con nuevas etapas hasta completar las tradicionales 50 leguas, consolidándose como un referente en el calendario deportivo de Tabasco. Más allá de la adrenalina, esta competencia refuerza la identidad local y proyecta al estado como un destino atractivo para el turismo de aventura.
