El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, promulgó una ley contra la comunidad LGBTI que incluye duras penas incluyendo la de muerte por tener relaciones homosexuales agravadas o tener relaciones con menores.
Dicha ley se aprobó el pasado 21 de marzo en el Parlamento, luego de que Museveni pidiera a los parlamentarios que volvieran a examinar el texto y los instó a precisar que no es un crimen «ser homosexual», pero que sí están sancionadas las relaciones entre personas del mismo sexo.
En dicho país de África las relaciones entre personas del mismo sexo ya eran ilegales, al igual en en más de 30 países de aquel continente, sin embargo, en esta ocasión las aplicaciones de castigos por dicha práctica se vuelven más severos, hasta costarle la vida a los infractores.
Según lo establece la nueva legislación, se podría imponer la pena capital por «homosexualidad agravada», que incluye por ejemplo transmitir una enfermedad terminal como el VIH/SIDA a través del sexo gay o tener relaciones íntimas con menores de edad.
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También estipula una sentencia de 20 años por «promover» la homosexualidad. La enmienda clarifica que no será delito la orientación sexual, pero sí los «actos», que pueden ser castigados incluso con cadena perpetua.
Es importante señalar que desde el mes de marzo cuando se impulso está propuesta por parte del gobierno de Uganda, dicha esta ley fue criticada por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Sin embargo, la medida cuenta con un amplio apoyo de la opinión pública en Uganda por lo que será aplicada por las autoridades.
La población LGBT en Uganda se estima que es de unas 500 mil personas, según una encuesta del 2007 del Pew Global Attitudes Project, cifra que pudo haber aumentado de manera significativa hasta nuestros días.